Todo sobre la vitamina K

Team Nutriprow in Nutrición / Actividad Física 15 de febrero de 2024

La vitamina K, también conocida como fitomenadiona, es una vitamina esencial y liposoluble descubierta en 1929 por el científico Presa Henrik. Se almacena en el hígado donde se absorbe gracias a las sales de bilis y, también, se puede localizar en otros tejidos como el cerebro, corazón, páncreas y huesos.

Podemos encontrarla en tres formas:

Filoquinona (K1): se encuentra en las plantas y se consume a través de la dieta.
Menaquinona (K2): esta presente en ciertos alimentos como la carne y el queso, pero es producida en gran parte mediante las bacterias intestinales.
Menadiona (K3): es artificial.

Efectos de la vitamina K en el organismo

Esta vitamina interviene fundamentalmente en la coagulación de la sangre, en el metabolismo del calcio y en la mineralización ósea. Es un cofactor necesario para catalizar la carboxilación del aminoácido ácido glutámico, el cual le da la habilidad de unir iones de calcio. Esta modificación postraduccional se encuentra en ciertas proteínas que participan en la coagulación sanguínea tales como los factores de coagulación II (protrombina), VII, IX y X, la proteína Z, proteínas C y S; además, también pertenece al grupo de proteínas menos estudiadas que hacen parte de la formación esquelética y prevención de calcificación de tejido blando.

Vitamina K y salud cardiovascular

Es un nutriente importante para la síntesis de proteínas GLA, las cuales protegen de forma efectiva los vasos sanguíneos y pueden prevenir la calcificación dentro de la pared vascular; por lo que se ha venido investigando la asociación que tiene la suplementación o la ingesta de vitamina K en la salud cardiovascular. Algunos artículos arrojaron resultados contradictorios; un ensayo observacional y una revisión demostraron efectos positivos.

Vitamina K y metabolismo óseo

En los últimos años, se ha destacado su rol en el metabolismo óseo, además se sugiere que esta vitamina podría tener un efecto importante para la prevención de la osteoporosis y el riego de fracturas. Esto sustentado en su participación como cofactor de la enzima γ-glutamil carboxilasa, necesaria para la activación de la proteína osteocalcina, que participa en la síntesis y regulación de la matriz ósea.

Vitamina K y diabetes

Se ha venido estudiando la función que tiene esta vitamina en la regulación de la glucosa y su implicación en la reducción del riesgo de diabetes y mejora en la sensibilidad a la insulina. Los mecanismos descritos lo relacionan con un efecto insulinotrópico, modificaciones postraduccionales de proteínas dependientes de vitamina K o efectos antiinflamatorios. Sin embargo, se requieren más estudios que clarifiquen este mecanismo.

Por último, se ha descubierto que también se puede utilizar como ayuda en la eliminación de ojeras junto con las vitaminas E y C, ya que puede eliminar imperfecciones de la piel.

Recomendaciones

Las recomendaciones de vitamina K varían a lo largo de nuestra vida, dependiendo de la edad y el sexo. La dosis es proporcionada a través de la dieta.

Dosis diaria recomendada

Deficiencia de vitamina K

Su deficiencia es poco común, la mayoría de las personas obtienen las cantidades suficientes a través de la dieta y de las bacterias del colon, que son capaces de producirla. Al ser una vitamina liposoluble se almacena en el cuerpo cuando se consume a través de la dieta y se usa según sea necesario, pero hay algunas situaciones en las que puede darse un déficit:

Los recién nacidos.
Sujetos con determinados trastornos como la fibrosis quística, la enfermedad celíaca, la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino corto, que pueden provocar una disminución en la absorción de vitamina K.
Personas que se encuentren en tratamiento con anticonvulsivos y algunos antibióticos.
Pacientes que han sufrido una cirugía bariátrica.
Sujetos con falta de vitamina K en la dieta, que tengan una dieta baja en grasas, que evita una buena absorción de esta, o que ingieren grandes cantidades de aceite mineral que disminuye su absorción.

En recién nacidos, el déficit de esta vitamina se observa con mayor frecuencia. Esta carencia puede causar la enfermedad hemorrágica del bebé, caracterizada por desarrollar una tendencia al sangrado. Se les suele administrar una inyección de vitamina K para protegerlos de esta enfermedad, por ello, los lactantes que no la han recibido al nacer son particularmente propensos a padecer este problema.

Los recién nacidos, son propensos a este déficit debido a:

Solo pequeñas cantidades de vitamina K pasan de la madre al feto durante el embarazo.
Durante los primeros días de vida, el intestino del recién nacido aún no ha adquirido las bacterias que la producen.

Respecto a los síntomas generales de esta deficiencia, el síntoma principal es padecer hemorragias (sangrado endodérmico) que provoca hematomas que suelen ser nasales, a consecuencia de una herida, estomacales o intestinales.

¿Cuáles son las fuentes alimentarias de vitamina K?

Podemos encontrarla de forma natural en muchos alimentos:

Hortalizas de hojas verdes como la espinaca, la col rizada o berza, el brócoli, la lechuga, la acelga o el perejil.
Aceites vegetales.
Algunas frutas como los arándanos azules y los higos.
Carne, hígado, huevos, pescado, queso y granos de soja.

Suplementación

Hay suplementos multivitamínicos/multiminerales con vitamina K. Podemos encontrarla aislada o en suplementos de vitamina K con otros nutrientes como el calcio, el magnesio y/o la vitamina D. Las presentaciones comunes son en forma de filoquinona y fitomenadiona (conocidas también como vitamina K1), y menaquinona-4 y menaquinona-7 (conocidas también como vitamina K2).

Las espinacas son una buena fuente de vitamina K

Posibles interacciones con algunos medicamentos

La vitamina K puede interaccionar con algunos medicamentos. Algunos ejemplos son:

Warfarina: La vitamina K podría tener una grave interacción con la warfarina, que es un anticoagulante. Si se toma warfarina, hay que asegurarse de que la cantidad de esta vitamina que consume a través de alimentos y suplementos sea la misma todos los días. Un cambio repentino en la cantidad ingerida podría causar sangrado peligroso (si consume menos) o coágulos sanguíneos (si consume más).
Antibióticos: Los antibióticos son capaces de destruir la bacteria beneficiosa del intestino. Algunas de estas bacterias fabrican la vitamina K. Tomar antibióticos durante varias semanas podría reducir la cantidad elaborada en el intestino y, por ende, la cantidad utilizable por el cuerpo.
Secuestradores del ácido biliar: Algunas personas toman medicamentos conocidos como “secuestradores del ácido biliar” como la colestiramina y el colestipol para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Estos medicamentos reducen la cantidad que absorbe el cuerpo, en especial, cuando se toman durante muchos años.
Orlistat: es un medicamento para bajar de peso. Reduce la cantidad de grasa que absorbe el cuerpo y puede reducir la absorción de la vitamina K.

En resumen…

La vitamina K es necesaria en nuestro día a día. Interviene en multitud de funciones fisiológicas y es imprescindible para nuestra salud, pero con una adecuada nutrición y estilo de vida, no debería preocuparnos una posible deficiencia.

BIBLIOGRAFÍA

Carmen Pérez Goyeneche / Nutriprow Team

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